La AEEA trabaja por mejorar la escasa normativa existente relacionada con la profesión de amarrador, para que se pueda navegar con rumbo a una estandarización de la normativa que garantice unos requisitos mínimos de cualificación y capacitación del personal de amarre

Los accidentes en las operaciones de amarre pueden tener consecuencias muy graves tanto para el personal como para la integridad de los buques y de su carga.  Por ello, demostrar la importancia de la fase portuaria en el contexto de la vida operativa del buque es necesario con el fin de cualificar la profesión de los amarradores, estandarizar la normativa de seguridad marítima y en definitiva promover a la profesionalización en la prestación de los servicios técnico-náuticos.

A continuación, se muestran algunos errores frecuentes detectados en el amarre de buques.

 

Errores frecuentes detectados en el amarre

Estachas sometidas a una tensión incorrecta

Las estachas deben estar con la tensión adecuada y los esfuerzos deben ser dirigidos a obtener un correcto reparto entre tensiones.

Zona de amarre obstruida

La zona de amarre queda obstruida por estachas, comprometiendo la seguridad.

Estachas en mal estado

Daño por abrasión externa de las estachas.

Exterior de la estacha donde se pueden observar evidentes signos de daño por calor.

Presencia de hielo en las estachas.

 

Dirección incorrecta en las estachas

Ángulo incorrecto de salida de la estacha hasta la guía.