«Ha habido mujeres muy significativas en la villa»

10/01/18

Recientemente el diario El Correo publicó una semblanza de nuestro vicepresidente, José Ángel Arrillaga, que por su interés publicamos a  continuación.

Entrañable. Es, tal vez, el adjetivo que mejor describe la conversación de un hombre sencillo con una gran responsabilidad a sus espaldas. Fuera del tajo, apuesta por la comida sana, aunque se pirra por unos huevos con beicon y un buen vino en compañía de sus seres queridos. De su «pueblo», ensalza el «marco incomparable» que supone el Puente Colgante para sus paisanos. Pero, sobre todo, destaca la valía de las mujeres de la villa en el mundo de la pesca, la sanidad y el comercio, sin olvidar su cercanía en el día a día.
– ¿Un desayuno delicioso? – (Risas) Diría unos huevos con beicon, pero ya, en estos tiempos que corren, te cambia un poco la filosofía y no te queda más remedio que hacerlo más sano e irte a un zumo de naranja, un poco de fruta y, si me apuras, un par de galletas con poco azúcar.
– ¿Un restaurante? – El Gloria, en Zierbena.
– ¿Un plan perfecto para el domingo en Portugalete? – Lo típico de este país, tomar un par de blancos, saludar a los amigos y contar cuatro mentiras. No muchas cosas más.
– ¿Qué no puede faltar en una cita romántica? – Una copita de champán.
– ¿Qué cualidades atesora su acompañante ideal? – Que sea normal y simpática, porque encontrar una persona normal, tanto del sexo masculino como del femenino, en los tiempos que corren es complicado. ¡Qué sea normal es la hostia!
– ¿Practica algún deporte? – Ahora, por desgracia, bici estática. ¡Llámalo deporte o como quieras! Y andar. Andar todo lo que pueda.
– ¿Una empresa jarrillera? – Remolcadores Ibaizabal, que son colegas nuestros y también es una empresa grande, como nosotros, aunque Portugalete es un pueblo dormitorio.
– ¿Se pierde mucho usted? – Bueno, pues sí, a menudo.
– ¿Y se ha encontrado algo interesante? – No, no. Nada que se pueda destacar.
– ¿Un defecto? – ¿Un defecto mío? Pues igual demasiado confiado.
– ¿Una virtud? – No voy a ponerme virtudes, pero soy amigo de mis amigos.
– ¿Un vicio? – Igual un buen vino, sí, tinto mejor.
– ¿Un lugar para viajar? – Mira, Menorca por la tranquilidad y el cuidado de la biosfera y el medio ambiente. Tiene unas playas y calas preciosas.
– ¿Un personaje de ficción? – No sé como decirte. Robinson Crusoe, por ejemplo, que era un aventurero.
– ¿Un personaje histórico? – Sabino de Arana y Goiri.
– ¿A cuál se parece más? – Creo que a ninguno de los dos.
– ¿Tiene su propia personalidad? – Así es.
– ¿Una aportación de las mujeres a la villa? – Hombre, ha habido grandes trabajadoras en los tiempos históricos del palangre, en el mundo de la pesca. Y ha habido, además, personajes muy simpáticos de la villa como la avisadora. Aquí, cuando yo era chaval, se avisaba por los portales: ha fallecido fulano… También estaba la partera, la comadrona. Ha habido mujeres muy significas que han destacado de diferentes formas tanto en la sanidad como en el comercio y en el día a día. Y también otras conocidas, porque bebían mucho.
– El Puente Colgante ha cumplido 125 años. Dedíquele unas palabras. – Creo que es un marco incomparable y una obra envidiable que raya con las grandes obras como la Torre Eifell. Es un orgullo para los portugalujos poder disfrutarlo y, además, allá donde vas se conoce a Portugalete, quizás, por el Puente Colgante. Con sólo nombrarlo, ya lo estás diciendo todo.
– ¿El momento más especial de su carrera? – Quizás el día más importante fue la consolidación de todas las empresas de amarradores del río que era un desastre lo desordenado que estaba todo aquello en el Puerto de Bilbao.
– ¿Qué quería ser de pequeño? – Quería ser futbolista, como todos los chavales. Jugué en el equipo de mi pueblo y, luego, fue presidente del Club Portugalete desde 1994 y durante 12 años. Aunque, de crío, cambiabas de ilusión cada año y también quise bombero, médico…
– ¿Qué sueña ser de mayor? – Una persona tranquila y que me acompañe la salud. ¡No pido nada! Tranquilidad y salud. ¡Te parecerá poco! José Ángel Arrillaga (Portugalete, 1952) lleva casi medio siglo dedicado a su «río». Así se refiere el anterior gerente y actual presidente de los Amarradores del Puerto de Bilbao a la ría del Nervión. Cosas del gremio, porque es «un río, aunque le entre un poco de agua salada», arguye. El jarrillero, antes vecino de Getxo, empezó en el oficio desde abajo, «como uno más», ríe. Aunque, rápidamente, escaló a «puestos de responsabilidad» en la vieja empresa familiar, ya extinta, Arrillaga S.A. que posteriormente se fusionó con las otras siete firmas del sector que operaban en los muelles vizcaínos. Además, presidió el Club Portugalete desde 1994, durante 12 años.